martes, 28 de junio de 2011

"The Sun Smells Too Loud." (Mogwai)

Como en un reloj de arena, hay  pedazos de nuestra vida que se deslizan entre dos esferas de cristal fino interconectadas.


Slide Away. 

Es ahí donde guardamos todo aquello que nos va haciendo felices día a día. Y cuando queremos recordar simplemente le damos la vuelta y lo dejamos fluir. 

Sucede en un momento determinado. En un lugar determinado. En una situación determinada. Y viene fundamentada por un estímulo. Externo o interno, involuntario o inducido, placentero o desagradable, triste o alegre. Y la respuesta es siempre la misma. Se desencadena una reacción en cadena bastante predecible. Como la de la PCR. 


Ayer y hace unos días fue su olor. Palpitante, latente, intenso.


Es cierto, su perfume me sigue transportando a universos paralelos, perdidos entre viajes astrales. Y que el azul cercano de su mirada me provoca la misma sensación de siempre.

Yo me siento realmente cómodo. Y eso es positivo.

Aunque parezca no tener demasiado sentido, y que las palabras se muestren incoherentes, puedo decir que todo lo que escribo aquí sale tal cual se crea , nada es procesado.


Él ha vuelto.

"Me". 


No "myself".


No voy a preocuparme de otra cosa que no esté relacionada con el sentirme bien. 

Y tú me haces sentir bien. 

Y punto.


"Lo único que dura para siempre es aquello que entregas sin pedir nada a cambio."
You and I, we gonna live forever.



(Ya queda poco, un último esfuerzo.)

sábado, 25 de junio de 2011

Hoy (aunque más bien ayer), hace un año.


Ha sido bastante gracioso.

Hoy, mientras estaba desayunando, mi madre me ha recordado que hace un año desde que me cayera al pozo y me abriera la cabeza. 

Recuerdo cómo hubo un intervalo de tiempo del que no sé nada. Primero estaba riendo. Luego tropecé de espaldas. Y después me estaba levantando e intentando trepar por el muro. Me dolía un poco la espalda, del golpe y de las heridas, pero podía andar perfectamente. Noté calor en la espalda, y no le di importancia. Luego me llevé las manos a la cabeza y encontré lo que no quería encontrar, pero bueno, estaba en pie y razonando.

Sé que muchas neuronas se quedaron en el fondo de aquel tragaluz. Pero también sé que sobrevivieron las suficientes para darme cuenta de que hay días 24 en los que he vuelto a nacer.

Y, GRACIAS, joder. GRACIAS.


(Aquella noche de junio la pasé casi entera en el Hospital, donde me graparon la brecha y me tuvieron en observación un par de horas. Pero esa no fue la única noche especial del verano pasado. Y estoy muy agradecido por todo ello. )

lunes, 20 de junio de 2011

Náufragos recuerdos.


"-Padre, hay perfumes que no deberían de ser de venta pública. Algo tan preciso e intenso debería ser personal, no-transferible, con un nombre y sus apellidos. Como unos ojos y su forma de mirar. Como un epitafio susurrado al oído (este no es nuestro final). Como  las distancias íntimas perfectas y el contacto inmaterial. Padre, hay espacios invadidos que incomodan, y otros tan abismales que matan de tan sólo pensar en ellos.
(...)
En todo esto, qué es lo correcto, qué lo verdaderamente importante, qué lo racional y qué lo legítimo. 
(Dado que ninguno de los términos se refiere al mismo plano categórico.) 
-Hijo, has de aprender a amar lo que haces. Has de aprender a amar lo que otros hacen en tí. Vive en el presente, sin olvidar el futuro, pero no te entretengas demasiado haciendo planes. Seguramente la mitad de ellos no se llegarán nunca a cumplir, y pensar en que todo tiene que salir perfecto sólo te reportará inseguridad e insatisfacción. 
(...)
Coge este momento y tócalo. Siéntelo. Saboréalo. Vívelo. Y haz lo mismo con todos.
No menosprecies cada instante, por mucho potencial que creas tener, no serás nada si no te explotas. Todo esto por lo que estás pasando es transitorio, y nada merece más la pena que el no perderte nada de lo que está sucediendo a tu alrededor.
Vive Ahora, hijo. Pero Vive."


 

jueves, 16 de junio de 2011

Después del cuarenta de Mayo.

Después del cuarenta de Mayo vuelven los vestidos cortos, las transparencias, las camisetas de tirantes, los pantaloncitos cortos... y las mujeres que los llevan puestos. 

No sé dónde se escondían, ni por qué tardaron tanto en volver. Sólo se veía a algunas intrépidas por la noche, atrevidas y adelantadas a su tiempo.

Este es un llamamiento a todas las chicas que acaban de despertar de su larga hibernación. No temáis, el calor ha llegado ya, y os va a volver la piel morena y a aclarar el pelo. Os lo garantizo, el sol ha venido para quedarse. Y no lo digo a la ligera. En la biblioteca ya se empieza a ver el cambio.



Espero que nos veamos pronto, Janis.

lunes, 13 de junio de 2011

Out, there.

"Había un pequeño punto que brillaba en medio de la nada.
Uno, dos, tres, segundos... y un primer latido.
Sin ningún destino planificado decidió saltarse todos los atajos que asaltaban al caminante y continuó erguido hasta donde pudo. 
La noche era perfecta. Oscura y cálida. Tranquila e interesante. Extraña y amistosa.
En las terrazas sólo permanecían aquellos indiferentes al estudio y el trabajo. Aquellos merecedores o no del descanso.
Una melodía agridulce saltó en el aleatorio.
Una melodía que le hizo volar.
Tras un breve aleteo las cuerdas cayó el riff. Rítmico. Lento. Pesado.
 
Supo mecerse en sus oídos el tiempo suficiente antes de ser merecedor de la bendición onírica. Y viajó.  
Nunca recordará el trayecto, porque no lo hizo consciente. Y sabe que tampoco regresará. Al menos no por voluntad propia.  
Porque él pertenece al lugar en el que la materia no es la principal formadora de la realidad, en el que todo no ocurre si no es por una razón, en el que los deseos y las pasiones son la única Verdad, en el que manda corazón."


LAS VACAS HACEN UN BLUES QUE ES LA LECHE.

VIVAN LOS PUTOS KINKIS.

sábado, 11 de junio de 2011

Buenas noches.

Tarde clara en los páramos.
Frío espeso en la noche baldía.
Caminos, señales y decisiones inoportunas.


Dolor de cabeza bajo la luz de un flexo.
Naturaleza muerta en un pálido verdor.
Papeles de periódicos huérfanos de lectores.


Es Caos.
Es así.
Y así seguirá siendo hasta el final.

viernes, 10 de junio de 2011

Siempre hay una canción que lo explica todo.


Esa es la magia de la música. Puedes decirlo todo, y además de una forma bonita.

Quizás ayer bebiéramos demasiado.

Y creo que lo hicimos.

miércoles, 8 de junio de 2011

Interludio.



"Vino a él caminando a través del agua cuando el sol todavía era joven y la mañana estaba floreciendo. Ella vestía una cascada de risas y él un río de emociones que se fundieron en una burbuja purpúrea estroboscópica. Poco a poco todo fue deshaciéndose en el Uno, fueron recristalizandose sus pasiones y puliéndose sus caricias. Quedó una superficie limpia de asperezas, sin ningún sitio al que asirse.

En ese instante no había nada que importase más que ellos dos juntos, ni nada más riguroso que cada beso que se dieron.

Y perdidos en alguna constelación boreal, descansaron eternamente."



De fondo, sonaba http://grooveshark.com/s/Dear+Lord/t1YJD?src=5., y a nadie le disgustaba la idea.

martes, 7 de junio de 2011

Destellos, quinta parte.

"Era ya la noche larga y penumbra que pesa.
Le llegaba el momento decisivo a la madrugada, ¿acaso era esto el final?

Humeante su respiración e ingrávidas sus pisadas. No fumaba, detestaba las lenguas cenicero. Sería el vaho condensándose. Es cierto que a esas horas, toda esencia, tanto física como sentimental, se halla en descenso paulatino hasta el amanecer. Pero no rompió ningún principio. Tampoco al final.

Intentó una vez más horadar el significado de aquella sensación, fue demasiado pedir para su apariencia febril. Nivel moderado de alcohol en su organismo y música moviéndose en ondas limitantes para la audición. No distinguía las miradas en el origen, para cada una de ellas conseguía identificar algún tipo de comunicación no-verbal, pero nunca un rostro. Ya no vibraba, el pitido era continuado en su oído.

Ahora el agua le resbalaba entre las colinas y los valles de la cara, y seguía lloviendo sin intención de pararse. Ni siquiera a saludar. Como el que de repente suelta una solemnidad o una calumnia. No avisa de que fuera a hacerlo, simplemente dispara y se descarga. Así fueron las nubes con él.

En un estado de euforia contenida se desató su rabia. Con la mala suerte de ir justamente a parar a una de las zonas más sensibles de su labio inferior. Había estado esperando el atardecer con impaciencia y ahora por la noche sufría las consecuencias de haber estado rasgando el sabor.


-"¡Ay!, mierda..."


Brotó sangre, y quizás un poco de la desazón interna que le habitaba. Rápidamente cubrió la zona afectada con una película muy fina de saliva, y sintió el escozor de las enzimas actuando. Como en una aparición mística, las luces se le acercaban peligrosamente. La visión estaba nublada, pero el camino despejado. Se entretuvo contando las gotas de agua que salpicaban un pequeño charco y buscó los arrecifes de coral en el fondo. Pero no le quedaba ya nada. Sólo las ganas de seguir consumiéndose, de agotar sus posibilidades, y de reconstruirse una vez más." 


No debería escribir. No debería pensar. Joder, se supone que estoy en temporada de exámenes.
Pero me quema en los dedos. Tengo esas sensación primigenia que me obliga a dejar las cosas a medias para poder sacar estas cosas. Sí, cosas que cualquiera podría haber escrito, cosas sin importancia, situaciones cotidianas y divagaciones de un "pasmao"


Y ya está, hoy paro.


He cogido la mala costumbre de escribir casi a diario, y no creo que eso sea bueno tampoco.
Voy a intentar hacer un parón.
Aunque sea breve.


lunes, 6 de junio de 2011

Destellos, cuarta parte.

"Cuando se dió cuenta de la naturaleza de aquel lugar ya era demasiado tarde como para volver atrás. La puerta se cerró solemnemente tras él y  se vió envuelto en una niebla de color argentino. Podía oler el verdín en las piedras y sentir la humedad en todo su cuerpo. Su ropa estaba empapada de muchas sensaciones, pero principalmente era agua.
Ya era campo abierto, y aún así tenía la sensación de como si todo el espacio al aire libre hubiese estado cerrado por mucho tiempo. Todo rezumaba ese regusto a rancio en la boca y la podredumbre  estaba en todos los tocones y troncos de madera.  

Hacía frío, pero no llovía.
No por el momento.

La bruma se iba pegando a cada uno de sus poros, y las gotas de agua empezaban a condensarse en sus pestañas. Ya no tenía por qué llorar, pues no habría distinguido su llanto del quejido seco de sus pasos. Se adentraba en penumbra, pero él buscaba resguardo.
Al traspasar el umbral olvidó el sentido de su huida, respiró para llenar sus pulmones del metal condensado una vez más y abrió bien sus pupilas. De tanto caminar se había teñido de plata. En algún momento consiguió encontrar la belleza de aquella presencia grisácea y la hizo parte de sus planes. Fue sólo entonces cuando pudo mimetizarse con el ambiente.
En esta simbiosis con el entorno pudo ver algo que nunca antes podría haber imaginado.
A su alrededor todo era vida.
Nada bajo una guadaña tunicada, nada de esqueletos sonrientes, nada de telarañas, nada. No encontró nada que fuera tétrico o de lo que asustarse. Y eso le reconfortaría en su todo su ser.
Desconocía la razón de ser del baile de ramas y hojarasca que se formaba a su alrededor.  Pero pudo ser el viento silbando.

En cuestión de segundos una luz ígnea se elevó desde el suelo. Y no era como el resto. Si bien las que él conocía eran de rojo a anaranjado, esta destelleaba en verde y azul. Tampoco se dedicaba a abrazarlo todo y a sumirlo en desesperación, este no crepitaba. Por contra, su carácter era efímero pero intenso, y corría por doquier.
Al borde de la laguna las podía ver danzando alegremente, y pronto quiso unirse a esta congregación. Entre el jolgorio y la sin preocupación observó como se deshacía esa capa de metal protectora de la que se había recubierto. Y pudo tocar las llamas. 
Ya sabía de lo que no huía.
Este fuego le gustaba. Era cálido, agradable, y no le quemaba ardientemente. 
Nunca se sintió preso, ya que él dejó que le envolviesen. Dejó que se alimentaran de su ser.
Combustía su miedo. Y se formaría el pavor.
Cenizas.
Eso era lo que realmente le asustaba. Las cenizas que dejó detrás.
Pero ya era tarde. Su yo inerte yacía en un montoncito que pronto desaparecería.
Y cualquier reflexión estaba ya fuera de lugar. 
De él quedaría, sólo, polvo."


Que pare ya.
Por favor.

jueves, 2 de junio de 2011

"The sun goes down alone." (But stars will shine all night together)



Hoy, por ahora, se mantiene ingrávido en su reino diurno. Parece como si fuese a estar ahí quieto para siempre, pero sé que se mantiene un imperceptible movimiento constante. Solo al final, cuando definitivamente (quizás) cae, se hacen visibles el rojo y el naranja deshaciéndose en púrpura y bermellón.




Pero no te detengas, continúa tu camino. No te pares, sigue en movimiento.Un simple parpadeo puede hacer que te pierdas algo que sea verdaderamente importante. Este es sólo el final del primer acto, y el show debe continuar.


El resto has de buscarlo ahí dentro, cuando bajen tus  pestañas, en tí. 


(Yo mientras esperaré entre pliegos, cajas de zapatos, material de disección y líquenes imposibles de identificar.)

miércoles, 1 de junio de 2011


Se trata de dar un paso hacia la eternidad.

Avanza, camina, corre. Pero nunca huyas.

Hoy las ramas del árbol de mi ventana golpeaban de una manera distinta el cristal. El vaivén del viento las poseía, y las ramas no eran ramas. Eran como látigos implacables.

 "¿Quieres saber el por qué? No te puedo decir ni que lo sepa ni cómo conseguí saberlo."

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No temas. 

Siempre nos quedará La Galerna.