lunes, 13 de junio de 2011

Out, there.

"Había un pequeño punto que brillaba en medio de la nada.
Uno, dos, tres, segundos... y un primer latido.
Sin ningún destino planificado decidió saltarse todos los atajos que asaltaban al caminante y continuó erguido hasta donde pudo. 
La noche era perfecta. Oscura y cálida. Tranquila e interesante. Extraña y amistosa.
En las terrazas sólo permanecían aquellos indiferentes al estudio y el trabajo. Aquellos merecedores o no del descanso.
Una melodía agridulce saltó en el aleatorio.
Una melodía que le hizo volar.
Tras un breve aleteo las cuerdas cayó el riff. Rítmico. Lento. Pesado.
 
Supo mecerse en sus oídos el tiempo suficiente antes de ser merecedor de la bendición onírica. Y viajó.  
Nunca recordará el trayecto, porque no lo hizo consciente. Y sabe que tampoco regresará. Al menos no por voluntad propia.  
Porque él pertenece al lugar en el que la materia no es la principal formadora de la realidad, en el que todo no ocurre si no es por una razón, en el que los deseos y las pasiones son la única Verdad, en el que manda corazón."


LAS VACAS HACEN UN BLUES QUE ES LA LECHE.

VIVAN LOS PUTOS KINKIS.