lunes, 20 de junio de 2011

Náufragos recuerdos.


"-Padre, hay perfumes que no deberían de ser de venta pública. Algo tan preciso e intenso debería ser personal, no-transferible, con un nombre y sus apellidos. Como unos ojos y su forma de mirar. Como un epitafio susurrado al oído (este no es nuestro final). Como  las distancias íntimas perfectas y el contacto inmaterial. Padre, hay espacios invadidos que incomodan, y otros tan abismales que matan de tan sólo pensar en ellos.
(...)
En todo esto, qué es lo correcto, qué lo verdaderamente importante, qué lo racional y qué lo legítimo. 
(Dado que ninguno de los términos se refiere al mismo plano categórico.) 
-Hijo, has de aprender a amar lo que haces. Has de aprender a amar lo que otros hacen en tí. Vive en el presente, sin olvidar el futuro, pero no te entretengas demasiado haciendo planes. Seguramente la mitad de ellos no se llegarán nunca a cumplir, y pensar en que todo tiene que salir perfecto sólo te reportará inseguridad e insatisfacción. 
(...)
Coge este momento y tócalo. Siéntelo. Saboréalo. Vívelo. Y haz lo mismo con todos.
No menosprecies cada instante, por mucho potencial que creas tener, no serás nada si no te explotas. Todo esto por lo que estás pasando es transitorio, y nada merece más la pena que el no perderte nada de lo que está sucediendo a tu alrededor.
Vive Ahora, hijo. Pero Vive."