sábado, 25 de junio de 2011

Hoy (aunque más bien ayer), hace un año.


Ha sido bastante gracioso.

Hoy, mientras estaba desayunando, mi madre me ha recordado que hace un año desde que me cayera al pozo y me abriera la cabeza. 

Recuerdo cómo hubo un intervalo de tiempo del que no sé nada. Primero estaba riendo. Luego tropecé de espaldas. Y después me estaba levantando e intentando trepar por el muro. Me dolía un poco la espalda, del golpe y de las heridas, pero podía andar perfectamente. Noté calor en la espalda, y no le di importancia. Luego me llevé las manos a la cabeza y encontré lo que no quería encontrar, pero bueno, estaba en pie y razonando.

Sé que muchas neuronas se quedaron en el fondo de aquel tragaluz. Pero también sé que sobrevivieron las suficientes para darme cuenta de que hay días 24 en los que he vuelto a nacer.

Y, GRACIAS, joder. GRACIAS.


(Aquella noche de junio la pasé casi entera en el Hospital, donde me graparon la brecha y me tuvieron en observación un par de horas. Pero esa no fue la única noche especial del verano pasado. Y estoy muy agradecido por todo ello. )