lunes, 17 de enero de 2011

Destellos, primera parte.

Un año después.

Estaba sentado en un cielo de color carmín, en el que las gotas de lluvia pesaban miles de toneladas y se quedaban suspendidas en el oxígeno de color azulado que sus centelleantes pupilas emitían. Realmente desconocía cual era la finalidad del mensaje, y sólo se le ocurrió mandar señales al futuro en forma de guiños al pasado. Nunca se había visto en tal situación, y consiguió canalizar las llamas para convertirlas en electricidad. Pero no en una electricidad llena de descargas dolorosas. No. Consiguió transformarlas en energía. Fisión de núcleos. Mezcla de cargas positivas con electrones libres de la membrana y tritio polimerizado. Decidió de esta manera echarle un pulso al Sol, y así poder dormir siempre que quisiese. Las esquinas nunca cierran, y este elemento jugó a su favor, dado que muchos bares diurnos y de otra índole decidieron prestar su apoyo al Astro Reinante. Se hicieron a un lado las nubes, proyectando niebla y púrpura. Algún pirómano descerebrado decidió que era el momento de un juego de pirotecnia, y el cielo se inundó de fuegos naturales. Aurora Borealis. La nieve más compactada era levantada por una simple brisa, y el hielo de patinar formó unas gafas de cristales entransparecidos que le permitían observar el espectáculo sin exponer su delicada r-e/u-tina. Empezó a deslizarse entre los asombrados pináculos de escarlatina benigna. Hasta llegar a la barbilla. Desde aquella posición comprendió mejor el sentido de la rotación y la traslación, que posteriormente le daría la victoria. No fue una lucha encarnizada, una lluvia de metacrilato y platino congeló el tiempo en una imagen, y se tornó en una contienda milenaria. Cogiendo un remiendo de su orgullo logró zafarse del poderoso brazo incandescente que le atrapaba. Y forró con un anillo de galleta sus heridas de batalla. Las cogió del segundo bote, el mediano, de donde casi siempre sacaba lo mejor de sí. O al menos eso ponía en su DNI. Regresó de aquél lugar en el que "nadie sabe si es de día o de noche", en el que "no hay oeste" y "no es específico". "Donde las fotografías son más bellas." 

Entre toda esta intersección de colores y sonidos se erigió su postura, con la Sinceridad y la Razón como pilares no-periódicos. Decoró con flores de ónice, amatista y aguamarina el jardín, y tiró las llaves hacia arriba, para que la corriente de la Vía Láctea las llevase hasta su portal. Describió una parábola perfecta entre las jambas y el dintel. En la que no existió protagonista alguno, y no hubo enseñanza  o moraleja alguna que resolviera sus dudas y questiones. Viajó a la velocidad de la sombra y se refugió en un signo del Zodíaco.
No se supo mucho más de él hasta ahora. Y yo os lo cuento como me fue enseñado.

 He "is here, not there."

Acumula paz en su corazón para los tiempos que vienen. Y reserva un pedazo de esperanza para el nuevo mundo. Sigue siendo el mismo que antes, el mismo que ahora.

-S.L.H.