jueves, 2 de septiembre de 2010

Incontrolable e irremediablemente.

Hay un cúmulo de esferas flotantes y sinusoides alrededor. Todas ellas son brillantes y están temblando. Deben de estar hechas de algún material refringente pero a la vez frágil y moldeable, modelable. Se posan sobre el cuello y lo envuelven. Son viscosas al tacto, y deben de ser más rígidas de lo que parecen. Es agradable pero son inexorables, nunca ceden a la voluntad. Son juguetonas, pero nunca amistosas. Traen tanta enfermedad como salud. Se deslizan como pueden, alcanzan a quien se encuentren, a traición. Y muchos las adoran como si fuesen goddess. Fuerzas intrínsecas a la existencia. Primordial y primigenio, origen de todo. Te obligan a que dobles la esquina, y no te abandonan.

Son como una jauría descontrolada, posándose por donde pueden y no por donde quieren. Punzante y frenética. Sin dueño, pero con amo. Sin una organización jerarquizada y establecida. Convierten lo imprescindible en artificial, permutando el flujo continuo de los vivos. Sosteniéndolos en un estado privilegiado. VIVOS. 


¿Sabes? no es como una ducha en la que puedas regular la temperatura. 
En este caso es el agua quien domina esta temperatura, y, sí.
Es absolutamente artificial.
No odio, simplemente no me gustan los días de lluvia.

El poder de la masa y el miedo de lo personal. Something Weird. Algo que se me escapa incontrolable e irremediablemente. No quiero negarlo, ni censurarlo. Es como mínimo agradable. Hard to explain. Porque es la primera vez que noto la verdadera sensación, habiendo culminado en otras muchas ocasiones. Remitiéndome a un instinto necesario y primitivo. Que surge en una silla estática y compleja. Y termina en una cama sin hacer.

De la misma manera en la que un sueño se convierte en orgánico. Con sus átomos y moléculas perfectamente ordenados dentro del CAOS. Con los ojos amarillos como el alcaraván, y un adiós dicho de tal manera que no se olvida a los pocos pasos. Como un susurro que te persigue, que vaga por la mente, y finalmente se esconde. Pero que no te abandona. 

Demasiado nunca es suficiente. Demasiado nunca es malo. Pero sí que existe un miedo de lo personal. Miedo por aquella "bonita pared". Naciente de un sumidero de sensaciones. De preocupaciones y tareas inmediatas. De una semana que no volverá a ser la misma. Jueves, Viernes, Sábado, Domingo. "Then you die"

"Como el helado de Straciatella, con sirope de fresa y chocolate. Pero con manchas de mostaza y ketchup dispersas."

-IF I COULD SLEEP FOREVER