jueves, 23 de septiembre de 2010

Calígula.

Estupor, estertor, espectáculo, esperanza baldía. 

(...) Mereya está tomando un remedio para el asma de un frasco pequeño.

CALÍGULA
 Sospechas de mí. En cierto modo desconfías de mí.

MEREYA
 ¡Cayo!

CALÍGULA
 Contéstame. Si tomas un contraveneno es porque me atribuyes la intención de envenenarte.

MEREYA
 Sí...,digo, no..., no.

CALÍGULA
 Y como crees que he tomado la decisión de envenenarte, haces lo posible para oponerte a mi voluntad.

(Un silencio)

CALÍGULA
 Eso constituye dos crímenes, lo cual te pone en una disyuntiva de la que no escaparás: o yo no quería matarte y desconfías injustamente de mí, que soy tu emperador; o sí quería matarte, y tú, insecto, te opones a mis proyectos.

(Pausa)

CALÍGULA
 Bueno Mereya, ¿qué me dices de esa lógica?

MEREYA
 Que es..., que es rigurosa, Cayo. Pero no hace al caso.

CALÍGULA
 Y, tercer crimen, me tomas por un imbécil. Escúchame bien. De esos tres crímenes, sólo uno te honra, el segundo, porque el hecho de que me atribuyas una decisión y te enfrentes a ella implica rebeldía en tí. Eres un conductor de hombres, un revolucionario. Eso está bien. (Con tristeza.) Te quiero mucho Mereya,. Así que te condenaré por el segundo crimen y no por los otros. Morirás virilmente, por haberte rebelado. 



Calígula es un déspota, un tirano, que sufre lo innombrable. Tiene todo lo que quiera, y pide lo imposible por ello, pues esto último es lo único que su alma puede anhelar. Es emperador de Roma, un Dios viviente, y no tiene que responder ante nada o nadie.

Él quiere la Luna, y sale a buscarla durante tres días. Pero vuelve con las manos vacías.

Ridiculiza la vanidad, el ideal de riqueza material, y lleva al extremo el significado humano de vida. A todos aquellos que pusieron por delante su dinero al del bienestar público los condena, los hace culpables de todos los males. Y ejerce la libertad del único hombre libre de toda Roma. Él mismo. 

Es capaz de menospreciar el arte y la creación. Porque él es capaz de destruir todo ello en menos de lo que se tarde en pensar. Se mofa de todos los dioses por ello, pero le da miedo la consumación de su lógica. 

Es una trágica historia sobre la lógica del poder. La lógica de los imposible, de la complejidad de la existencia.