viernes, 24 de septiembre de 2010

El desdén, la desconfianza, el miedo, la pasividad. Permanecían impávidos, en puntos equidistantes y concéntricos a mi mente, porque sabían que no atendían a una justicia legítima. Se regodeaban en sí mismos, creciendo en el vergel de la melancolía. Siempre amenazantes, pero conocedores de las reglas del juego, y sabiendo que yo soy más fuerte. Aún así me comprimían el cráneo por momentos, inhibiéndome de todo sentimiento, por bueno o malo que fuese. Me liberaban de las pasiones terrenas, esclavizándome  a desear las ideas. A querer poseer la esencia, de la misma manera que el pintor ansia el color, o el músico el sonido. No existe esperanza vana, pues se espera en cada uno de nosotros que seamos un TODO en retazos de NADA.

Todo esto lo veo cuando se corren las cortinas del mundo (que son los párpados), y me sumerjo en el anhelo de lo imposible. Todo cobra sentido a través del sueño, y en verdad, nada de lo soñado lo tiene. Pues no existe nada más vívido y a la vez menos vivido. Al menos no antes de que se inventase el sensorama. 

Y me asomo, y veo cómo el desorden se convierte en vida. Y cómo el caos se convierte en armonía.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Calígula.

Estupor, estertor, espectáculo, esperanza baldía. 

(...) Mereya está tomando un remedio para el asma de un frasco pequeño.

CALÍGULA
 Sospechas de mí. En cierto modo desconfías de mí.

MEREYA
 ¡Cayo!

CALÍGULA
 Contéstame. Si tomas un contraveneno es porque me atribuyes la intención de envenenarte.

MEREYA
 Sí...,digo, no..., no.

CALÍGULA
 Y como crees que he tomado la decisión de envenenarte, haces lo posible para oponerte a mi voluntad.

(Un silencio)

CALÍGULA
 Eso constituye dos crímenes, lo cual te pone en una disyuntiva de la que no escaparás: o yo no quería matarte y desconfías injustamente de mí, que soy tu emperador; o sí quería matarte, y tú, insecto, te opones a mis proyectos.

(Pausa)

CALÍGULA
 Bueno Mereya, ¿qué me dices de esa lógica?

MEREYA
 Que es..., que es rigurosa, Cayo. Pero no hace al caso.

CALÍGULA
 Y, tercer crimen, me tomas por un imbécil. Escúchame bien. De esos tres crímenes, sólo uno te honra, el segundo, porque el hecho de que me atribuyas una decisión y te enfrentes a ella implica rebeldía en tí. Eres un conductor de hombres, un revolucionario. Eso está bien. (Con tristeza.) Te quiero mucho Mereya,. Así que te condenaré por el segundo crimen y no por los otros. Morirás virilmente, por haberte rebelado. 



Calígula es un déspota, un tirano, que sufre lo innombrable. Tiene todo lo que quiera, y pide lo imposible por ello, pues esto último es lo único que su alma puede anhelar. Es emperador de Roma, un Dios viviente, y no tiene que responder ante nada o nadie.

Él quiere la Luna, y sale a buscarla durante tres días. Pero vuelve con las manos vacías.

Ridiculiza la vanidad, el ideal de riqueza material, y lleva al extremo el significado humano de vida. A todos aquellos que pusieron por delante su dinero al del bienestar público los condena, los hace culpables de todos los males. Y ejerce la libertad del único hombre libre de toda Roma. Él mismo. 

Es capaz de menospreciar el arte y la creación. Porque él es capaz de destruir todo ello en menos de lo que se tarde en pensar. Se mofa de todos los dioses por ello, pero le da miedo la consumación de su lógica. 

Es una trágica historia sobre la lógica del poder. La lógica de los imposible, de la complejidad de la existencia.




miércoles, 22 de septiembre de 2010

Summertime, vuelve por favor.



Es una playa tranquila, de oleaje persistente, pero sin llegar a erosionar la roca del acantilado que se ve desde el faro. Lleva así varios años, pero nunca lo he visto retroceder. Es implacable, y permanece impasible al abrazo perpetuo del devenir. La arena es tostada, pero la roca es rojiza. Debe de haber sido traída desde un país submarino, con un gobierno de las corrientes de latitudes cálidas. Esas  conchas que han sido moldeadas por el vaivén del agua se te pegan en los dedos de las manos y de los pies. Pero aún así no puedes dejar de acariciarlas, son infinitamente pequeñas y relajantes. El cielo deja entrever alguna nube, y lo que menos importa ahora es que se te llene el pelo de arena, porque luego irás a la ducha, de cabeza. El agua es fría, muy fría, pero eso te hace recordar que estás vivo. Te sumerges, pero el frío no te amilana. Aunque te duela la cabeza, volverás una y otra vez a meterte. Aprenderás a respetar, y entonces, sólo entonces, merecerás su respeto. No hay tanta gente como para que agobies. Es familiar, y endiabladamente agradable.

Vuelve, verano, vuelve. Llévate este frío que te muerde. Y tráeme el frío que reconforta con la brisa. Trae de nuevo los olores prohibidos a la ciudad. Y aléjame de las matriculaciones, la secretaría y las asignaturas. 

Echo de menos Galicia. Es natural, y no puedo remediarlo.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Preguntas sin respuesta, y respuestas a preguntas insólitas.

Me preguntó que quién se habría inventado eso de dar besos.
Y yo le respondí que no tenía ni idea.
Pero me pareció que no sería de este planeta.



Debió de utilizar una imaginación tan desorbitada (fuera de la órbita terrestre y del sistema solar) y tan exuberante (más que la vida en un arrecife de coral o en el Amazonas), que no creo que pueda poner nombre.




"Hay besos cariñosos, besos húmedos, besos cálidos, fríos y con temperatura propia. Hay besos a hurtadillas en el cuello, besos robados, besos a traición, besos en la frente y en las mejillas. Hay besos de sabores, besos agradables y besos forzados. Hay besos sin sentido, y otros, sin embargo, entrañan un significado difícilmente explicable con palabras, y que sólo una mirada es capaz de justificar. Hay besos sucios, besos apasionados, besos efímeros, y besos que parecen fundirse eternamente en la melodía vital de los latidos. (This is how One becomes Two) Hay besos que esconden palabras, y otros que guardan secretos. Hay besos en silencio, y besos ruidosos. Hay besos que se te hunden en el cráneo o el mentón, y otros que te incitan a seguirlos a lo desconocido. Hay besos que curan heridas, besos de traición, besos de despedida y besos de agradecimiento."



.  

Existirán muchos tipos de beso. Y de ellos sólo conozco una mínima parte. Podríamos empezar a coleccionarlos, y quizás de esta manera todo fuese más sencillo. Y no me refiero sólamente a DOS. Me refiero a TODOS. 


jueves, 2 de septiembre de 2010

Incontrolable e irremediablemente.

Hay un cúmulo de esferas flotantes y sinusoides alrededor. Todas ellas son brillantes y están temblando. Deben de estar hechas de algún material refringente pero a la vez frágil y moldeable, modelable. Se posan sobre el cuello y lo envuelven. Son viscosas al tacto, y deben de ser más rígidas de lo que parecen. Es agradable pero son inexorables, nunca ceden a la voluntad. Son juguetonas, pero nunca amistosas. Traen tanta enfermedad como salud. Se deslizan como pueden, alcanzan a quien se encuentren, a traición. Y muchos las adoran como si fuesen goddess. Fuerzas intrínsecas a la existencia. Primordial y primigenio, origen de todo. Te obligan a que dobles la esquina, y no te abandonan.

Son como una jauría descontrolada, posándose por donde pueden y no por donde quieren. Punzante y frenética. Sin dueño, pero con amo. Sin una organización jerarquizada y establecida. Convierten lo imprescindible en artificial, permutando el flujo continuo de los vivos. Sosteniéndolos en un estado privilegiado. VIVOS. 


¿Sabes? no es como una ducha en la que puedas regular la temperatura. 
En este caso es el agua quien domina esta temperatura, y, sí.
Es absolutamente artificial.
No odio, simplemente no me gustan los días de lluvia.

El poder de la masa y el miedo de lo personal. Something Weird. Algo que se me escapa incontrolable e irremediablemente. No quiero negarlo, ni censurarlo. Es como mínimo agradable. Hard to explain. Porque es la primera vez que noto la verdadera sensación, habiendo culminado en otras muchas ocasiones. Remitiéndome a un instinto necesario y primitivo. Que surge en una silla estática y compleja. Y termina en una cama sin hacer.

De la misma manera en la que un sueño se convierte en orgánico. Con sus átomos y moléculas perfectamente ordenados dentro del CAOS. Con los ojos amarillos como el alcaraván, y un adiós dicho de tal manera que no se olvida a los pocos pasos. Como un susurro que te persigue, que vaga por la mente, y finalmente se esconde. Pero que no te abandona. 

Demasiado nunca es suficiente. Demasiado nunca es malo. Pero sí que existe un miedo de lo personal. Miedo por aquella "bonita pared". Naciente de un sumidero de sensaciones. De preocupaciones y tareas inmediatas. De una semana que no volverá a ser la misma. Jueves, Viernes, Sábado, Domingo. "Then you die"

"Como el helado de Straciatella, con sirope de fresa y chocolate. Pero con manchas de mostaza y ketchup dispersas."

-IF I COULD SLEEP FOREVER