lunes, 28 de diciembre de 2009

Definitiva-mente.



Ayer ví de nuevo un cielo con estrellas, hacía frío, era azul y aún más claro. Más tarde todo se volvía plata y naranja, seguía el mismo frío y las nubes cortaban. Cristal con gotas de rocío. Vaho. Parece que hoy no amanecerá nunca. Aquí no se ve el cielo.
Se mueve el horizonte, hay colinas, me recuerdan a las curvas de una mujer. Araño el cristal, no puedo tocarla. Más adelante hay una línea, separa lo azul de lo verde, y ya no viajo sentado, es mi mente la que viaja. Camino por los iris. El verde termina, camino por la arena mojada, miel, marrón. Me acerco, llego a la carretera, el asfalto es negro, me veo en el autobús y subo. Me digo, bonito paseo, pero eso no te va a ayudar.

-Love always remains, Elegy.
Sí, ayer fue otra de esas noches en las que sabes que no vas a parar de dar vueltas en la cama, y hoy es igual. Cierro los ojos, y veo imágenes que se superponen. Una pelota de golf, un icosaedro, una estrella de mil puntas, un erizo de mar, un anillo, un cd... ¿ves? de vuelta a la realidad.


Sí, algo debe fallar. Repetir dos veces el mismo error en tan poco tiempo... Definitivamente, algo no funciona. Y debe de ser algo mío, no puedo seguir intentando culpar al resto. ¿Dónde está la razón?
No volveré a lo mismo, espero que el tiempo ponga las cosas en orden. Poco tiempo, demasiadas cosas, quizás sea necesaria pausa. Quiero empezar desde el mismo nivel, estoy harto del GAME OVER. Soy culpable, pero no quiero acabar como Mersault. Me conmuevo. Live Forever.

Navidades inciertas, inseguras, sin paz.
Me gusta ver las luces, son alegres y parpadean. Si cierro los ojos siguen estando, y son de colores. La gente va con prisas. Estoy quieto, me empujan.
Hoy he visto otra vez al mismo yonqui fumando heroína en pipa. Mierda. Hace puto frío.

Descansa.